I

I

Abrí los ojos
con los músculos doloridos
en otra mañana de márgenes revenidos.

Habías salido de la ducha
y las manos del recuerdo me hundían
entre su fango blando:

Tus gemidos llenando los espacios.


II

El polvo flota en el ambiente,
hacer el amor contigo es aire.

Tus garras esfingiadas me rasgan
y me muerdes el corazón corroído.

Resolvemos en común el enigma
y enterramos la convalecencia
entre las ramas humedecidas de nuestro nido.

III

Acuchillo mis esquinas
y mi corazón se resbala entre mis manos
hasta caer en la arena de los insectos muertos.

Choco otra noche
con la escarcha de mi sangre liquida
y me encuentro confuso entre tus piernas
muriendo y naciendo como un día.

Ardo a diario como un bosque seco,
color verde petroleo.

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