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Mostrando entradas de agosto, 2019

ÍNDICE

I  |  II  |  III  |  IV  |  V  |  VI  |  VII  |  VIII  |  IX  |  X

I

I Abrí los ojos con los músculos doloridos en otra mañana de márgenes revenidos. Habías salido de la ducha y las manos del recuerdo me hundían entre su fango blando: Tus gemidos llenando los espacios. II El polvo flota en el ambiente, hacer el amor contigo es aire. Tus garras esfingiadas me rasgan y me muerdes el corazón corroído. Resolvemos en común el enigma y enterramos la convalecencia entre las ramas humedecidas de nuestro nido. III Acuchillo mis esquinas y mi corazón se resbala entre mis manos hasta caer en la arena de los insectos muertos. Choco otra noche con la escarcha de mi sangre liquida y me encuentro confuso entre tus piernas muriendo y naciendo como un día. Ardo a diario como un bosque seco, color verde petroleo.

II

I Sacando el corazón por la boca para encontrarte Corté mis labios mientras te leía el poema y te dejé la sangre en el clítoris mientras recordaba la noche y su sueño; dónde eyaculaba. se retorcieron mis luces y mis iris con tu calor II me trunqué allá donde leí en tu burdel espero carne en la incómoda cama del etanol Te leo y leo regando con aire mis lentejas enterradas entre algodón blando; con muerte. III El bolso se cose con las manos que lo consumen; que se lo digan a la china que cosió el pespunte raro, el que me cambiaron por cinco pulseras: de uno-cincuenta entre falanges sangrientas y sin riendas nacen guerrillas Soy el cóctel de más.

III

I Trazas con tus dedos los ríos de tus caricias y estas erosionan mi piel; haciéndome cauce de tu amor. Emerjo de tus labios sangriento y amorfo: sombra de tu luz. Y en los entresijos del Silencio; entre el gemido y el orgasmo; mi lenguaje penetra tu poesía y tu coño atropella mi lengua. II Mis piernas son el camino para encontrarte. Nos mezclo mientras nos imagino agitados juntos. Y entro con lentitud al trance: del riachuelo nítido y la serpiente de mi estómago. III Me libro a nuestra salvajía y te encuentro; entre mi sangre y las ramas; entre la Luna y mi vómito. Entonces es cuando me elevas; cuando reconcilio la noche y el día; que desemboco en el aire vacío. Entonces es cuando nazco; cuando arde mi corazón de carbón manchando el cielo invaluable.

IV

I Esparzo las esquirlas de mi carne sobre el suelo dulce cuando piso la separación entre las baldosas; ese abismo estrecho se sirve una copa en mí y sorbe el alcohol que bebo, compro y pienso. En el filo del vaso, mancho mis labios con la tinta; quiebro el equilibrio nuevamente. Nuevamente: entre tus brazos y vencido por tus piernas II mato al capricho como la lluvia fina quiero tu voz Me desplazo entre las dimensiones de mi verbo; encontrándote, una y otra vez en todas ellas: manufacturo mi voluntad de hojalata. Dibujo la acrobacia desde tu costado hasta tus pechos y me pliego a la plegaria de tu piel. III Adoro mi sacrificio; no recordéis la luz exigua ni el adjetivo sobrante. cuando tome el camino hacia las nubes y en su altura maduren mis arrugas tiernas brotaré de nuevo flor de tu intelecto

V

I Sudando soles para satisfacernos me encamino directo hacia tu centro con el sentimiento de saber que me encontraré allí; de encontrarme en el estadio de la Certeza. Duermo sobre yunques templado a golpes de tus sueños y a veces de tus polvos; estoy ensamblado a tu canto y a tu verbo; siendo éstos. II Se me pegan en las manos las escamas de mi poesía cuando la raspo; cuando arranco la carne de los huesos de mi voz y ardo e invoco los demonios que se esconden entre los planos de mi corazón. Romper, romper, romper... romper la parálisis y esperarte tras el desgarro como la lluvia fina. Rompo los momentos y junto los fragmentos. III Anhelo el instante en el que me derramo por las pupilas y me fundo con tus cauces; en el que me convierto en tu cauce y la borrachería se sacia en tu boca. Quiero encontrarme con la luz de tu piel; ser el reflejo de tu cobre. IV Aúllo con dolor cuando las rosas me miran a los ojos; con la Esperanza quebradiza entre mi

VI

I siento mi vida como una chip que cruje bajo mi pie durante una borrachería solitaria con la lentitud del tiempo me doy cuenta de que entiendo lo del rompeolas y el vino blanco y que yo también quiero que me tiren al mar para que se me lleven la nubes poco a poco que soy mi padre y las raíces se enroscan en mi corazón comprimiendo sus planos y sus demonios II Dediqué parte de este fin de semana a limpiar el baño en el que cago a diario la primera vez que lo hice me abrió más perspectivas que leer a Karl Marx. al fondo de mis bolsillos siempre hay pelusas fibras de algodón ácaros y alguna moneda. te siento parte de mí una y otra vez llueves de mi alma III De sol a sol desolación gravito entorno al rasguño del silencio que es tu gemido soy la cicatriz del silencio descodifico mi entorno mediante tu lengua y encuentro entre tus labios el receptor de mi mensaje cuando el ron se transparenta y los pájaros empiezan a silbar. IV Tiemblo y vibro como

VII

Deshecho en tus caricias sin remedio, me arrastro hasta olerte las dulces huellas; me encuentro en la plenitud de tus mellas anclado a los resortes de tu asedio. Imbuído de tu cuerpo y tu medio me inclino a tu placer y sus estrellas; me luzco y me destilo en tus botellas arrancado del glande cualquier tedio. Mi pubis derrotado ante tu orgasmo. Me bordas en tu cielo constelado y brillo hasta tus ojos entregado. Mi corazón latente de entusiasmo. Me muestras el paisaje de tu mente y caigo en tu luz húmeda y caliente.

VIII

I Me disperso por las ondulaciones del vodka con la geometría involuntaria de los charcos. Es entonces cuando resuenan por dentro de mis venas los chasquidos de mi alma. II Mis muescas encajan con las tuyas y las cicatrices de mi cuerpo con tus manos, cuando me pregunto cuándo y el surco de tus mejillas se convierte en un caudal. III Me dirijo a tus labios por instinto; el impulso de mis latidos desacompasados; el instinto obrero que me obliga a seguir empujando, mientras me voy hundiendo en el lodo pegajoso de la memoria. IV Vivo atado a la tierra, enraizado a mis sentidos limitados. Me nutro de tu luz y piel hasta saciarme hasta el límite. V Me sacas el poema de la punta de la lengua, se me nublan y mezclan los sensores; entonces las larvas devoran el techo lentamente y otro día empieza.

IX

I Cada noche la metamorfosis. Tántalo me posee y veo tu curva; tu culo y tus piernas perfilados por la ínfima luz a la que mis ojos se han adaptado. Clavado a tu cuerpo por el hígado y la dignidad de Allende. Quiero follarte. II Ardo contigo. Ardo como tendrían que hacerlo los banqueros, los traidores y los psicópatas. El capitalismo no tiene cura; y somos la yesca y la chispa y follamos. Las obreras solo nos necesitamos. III el alcohol se mezcla con mis lágrimas mi semen mi baba Desinfecto con etanol de las mentiras las heridas; están sanas, quiero luchar: moriré fértil como las tierras entre los ríos. IV El cuchillo todavía es un segundero mientras rueda en mis entrañas sin clemencia. Mis uñas están al final de mis dedos y en medio de mis manos; quiero alcanzar mis límites.

X

I Atado a ti por los conductos de la noche; transito por los bordes de mis venas mientras nado a contracorriente. Recibo la realidad con mis manos desprotegidas y me hiero los dedos con sus aristas cuando trato de descodificarla dándole la vuelta. II Enloquecido en lo que he sido. Sigo dando saltos por la ciudad hasta que me doblo a tus pies invocando la magia de tu piel. Invento la neológica de tus caricias. III ¿Cómo encontrar la paz lejos del círculo del alcohol? Cayéndome a cachos; cuando la niebla rellena mis huecos y cubre mis deudas; cuando me resquebrajo como el hielo y me laten los ojos. IV Me lavan y tienden; una y otra vez. Mientrastanto voy enmugreciéndome por dentro. La inflamable mezcla estalla en cuanto me tocas en cuanto respiro. El fuego de mi estómago nos envuelve y follamos, al fin. Hay que lavar las sábanas.